ZHINENG
TAO YOGA:
Es una
práctica milenaria taoísta, no religiosa, basada en la plena atención al
momento presente (Mindfulness), consta
de prácticas de Tao Yoga
(Posturas
que trabajan la consciencia del cuerpo) incrementando su fortaleza y salud, chi
kung (gimnasia energética china),respiración y ejercicios de meditación,
fomentando la aceptación del momento presente y la responsabilidad de vivirlo
conscientemente abrazando la pulsión de vida.
Zhineng Tao
Yoga y La Atención Plena (Sati)
Traducido
del Capítulo 13 de
Mindfulness In Plain English
por H. Gunaratana Mahathera |
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Atención plena es una traducción de la palabra pali Sati . Sati es
una actividad. ¿Qué es eso exactamente? No puede haber una respuesta precisa,
por lo menos no con palabras. Las palabras son inventadas en los niveles
simbólicos de la mente y describen aquellas realidades con las que trata el
pensamiento simbólico. La atención plena es pre-simbólica. No está atada a la
lógica. No obstante, la atención plena puede ser experimentada-fácilmente-y
puede ser descrita, siempre y cuando tengas en cuenta de que las palabras son
sólo el dedo que apunta a la luna. No son la cosa en sí misma. La experiencia
real está más allá de las palabras y por encima de los símbolos. La atención
plena podría ser descrita en términos completamente diferentes a los que se
utilizarán aquí y cada una de las descripciones podría ser correcta.
La atención plena es un proceso sutil que estás
usando en este preciso momento. El hecho de que este proceso esté más allá y
por encima de las palabras no lo hace irreal-más bien lo contrario. La
atención plena es la realidad que da lugar a las palabras-las palabras que
siguen no son más que pálidas sombras de la realidad. De manera que es
importante entender que todo lo que sigue aquí es una analogía. No tendrá un
sentido perfecto. Siempre estará más allá de la lógica verbal. Pero la puedes
experimentar. La técnica de meditación llamada Vipassana (visión cabal*)
enseñada por el Buda hace unos veinticinco siglos son un conjunto de
actividades mentales orientadas específicamente a experimentar un estado
ininterrumpido de atención plena.
Cuando te das cuenta de algo por primera vez, hay un
instante fugaz de conciencia pura justo antes de que lo conceptualices, antes
de que lo identifiques. Ese es un estado de atención plena. Normalmente, este
estado dura muy poco. Es esa fracción de segundo antes de enfocar tus ojos en
la cosa, antes de que enfoques tu mente en la cosa, justo antes de que la
objetives, la atrapes mentalmente y la segregues del resto de la existencia.
Ocurre justo antes de que empieces a pensar en ella-antes de que tu mente
diga, "¡Oh!, es un perro." Ese momento fluido y desenfocado de
percepción pura es la atención plena. En ese breve y vivaz momento mental tú
experimentas a una cosa como no-cosa. Experimentas un momento de experiencia
pura que fluye suavemente y está interconectada con el resto de realidad, no
separado de ella. La atención plena es en gran medida como lo que ves con
visión periférica, a diferencia del enfoque agudo de la visión central o
normal. Y sin embargo ese momento de conocimiento suave, desenfocado,
contiene una especie de saber profundo que se pierde en cuanto enfocas a la
mente y al objeto lo objetivas en una cosa. En el proceso ordinario de
percepción, el paso de atención plena es tan fugaz que no se le observa.
Hemos desarrollado el hábito de malgastar nuestra atención en todos los pasos
restantes, enfocándonos en la percepción, reconociendo a la percepción,
etiquetándola, y sobre todo, involucrándonos en una larga cadena de
pensamientos simbólicos al respecto. Ese momento original de atención plena
es superado rápidamente. El propósito de la meditación Vipassana (o de visión
cabal) es entrenarnos en prolongar ese momento de conciencia.
Cuando esta atención plena es prolongada utilizando
las técnicas apropiadas, encuentras que esta experiencia es profunda y que
cambia tu visión del universo. Sin embargo, este estado de percepción tiene
que ser aprendido, y requiere de práctica regular. Una vez que aprendas la
técnica, encontrarás que la atención plena tiene muchos aspectos
interesantes.
Las Características de la Atención Plena
La atención plena es pensamiento-espejo. Sólo
refleja lo que está pasando actualmente y exactamente de la manera en que
está pasando. No hay ningún prejuicio.
La atención plena es observación sin juzgar. Es la
habilidad de la mente para observar sin criticar. Con esta habilidad, uno ve
las cosas sin condena ni juicio. Nada lo sorprende a uno. Uno simplemente
muestra un interés equilibrado por las cosas exactamente como están en sus
estados naturales. Uno no decide ni juzga. Sólo observa. Hay que notar que
cuando decimos, "Uno no decide ni juzga," lo que queremos decir es
que el meditador observa las experiencias en gran medida en la forma en que
un científico observa un objeto con el microscopio sin ninguna idea
preconcebida, sólo para observarlo exactamente como es. De la misma forma el
meditador nota la transitoriedad. la insatisfacción y la ausencia de
identidad.
Para nosotros es psicológicamente imposible observar
objetivamente lo que ocurre dentro nuestro si al mismo tiempo no aceptamos la
ocurrencia de nuestros varios estados mentales. Esto es cierto sobre todo con
los estados mentales desagradables. Para observar a nuestro propio miedo,
debemos aceptar el hecho de que tenemos miedo. No podemos examinar nuestra
propia depresión sin aceptarla completamente. Lo mismo es cierto para la
irritación y la agitación, la frustración y todos esos estados emocionales
incómodos. No puedes examinar algo totalmente si estás ocupada en rechazar su
existencia. Cualquiera que sea la experiencia por la que estamos atravesando,
la atención plena simplemente la acepta. Es simplemente otra de las cosas que
ocurren en la vida, tan sólo otro cosa más de la que hay que estar
consciente. No hay orgullo, no hay vergüenza, no hay nada personal en
juego-lo que está allí, está allí.
La atención plena es vigilancia imparcial. No toma
partido. No se obsesiona con lo que es percibido. Sólo percibe. La atención
plena no se enamora de los estados mentales buenos. No intenta evitar los
estados mentales malos. No hay aferramiento a lo placentero, ni huida de lo
desagradable. La atención plena trata a todas las experiencias por igual, a
todos los pensamientos por igual, a todos los sentimientos por igual. No se
suprime nada. No se reprime nada. La atención plena no tiene favoritismos.
La atención plena es conocimiento no-conceptual.
Otra traducción de Sati es "atención desnuda". Es
no pensar. No se involucra con pensamientos o conceptos. No se obsesiona con
ideas, opiniones o recuerdos. Sólo mira. La atención plena registra
experiencias, pero no las compara. No las etiqueta o categoriza. Simplemente
observa todo como si estuviera ocurriendo por primera vez. No es el análisis
basado en la reflexión y la memoria. Es, más bien, la experiencia directa e
inmediata de lo que sea que está pasando, sin la mediación del pensamiento.
En el proceso perceptual entra antes del pensamiento.
La atención plena es conciencia de tiempo presente.
Ocurre en el aquí y el ahora. Es la observación de lo que está pasando justo
ahora, en el momento presente. Permanece para siempre en el presente,
perpetuamente aflorando en la cresta de la ola actual del tiempo pasante. Si
te estás acordando de tu maestra de segundo grado, eso es memoria. Luego
cuando te das cuenta de que estás recordando a tu maestra de segundo grado,
eso es atención plena. Si entonces conceptualizas el proceso y te dices,
"¡Oh!, estoy recordando", eso es pensar.
La atención plena es un estado de alerta no egoísta.
Ocurre sin referencia a una identidad. Con atención plena uno ve todos los
fenómenos sin referencia a conceptos como "yo", "mi" o
"mío". Por ejemplo, haz de cuenta que te duele la pierna izquierda.
La conciencia ordinaria diría, "tengo un dolor". Usando la atención
plena, uno simplemente nota a la sensación como sensación. Uno no le agrega
el concepto extra de "yo". La atención plena nos detiene antes de
que agreguemos algo a la percepción, o que le quitemos algo. Uno no resalta
nada. Uno no enfatiza nada. Uno sólo observa exactamente lo que está allí-sin
distorsión.
La atención plena es consciencia del cambio. Es
observar el flujo de la experiencia. Es observar las cosas a medida que están
cambiando. Es ver el nacimiento, crecimiento y maduración de todos los
fenómenos. Es observar cómo los fenómenos decaen y mueren. La atención plena
es observar las cosas momento a momento, continuamente. Es observar a todos
los fenómenos-físicos, mentales o emocionales-lo que sea que esté ocurriendo
en el momento presente en la mente. Uno sólo se sienta cómodamente y observa
el espectáculo. La atención plena es la observación de la naturaleza básica
de cada fenómeno que pasa. Es mirar el surgir y cesar de las cosas. Es ver qué
nos hace sentir esa cosa y cómo reaccionamos a ella. Es observar cómo le
afecta a otros. En la atención plena, uno es un observador imparcial con la
única labor de seguir constantemente el espectáculo del universo interior. Por
favor nota este último punto. En la atención plena, uno observa el
universo interior. El meditador que está desarrollando la atención plena no
está preocupado del universo exterior. Está allí, pero en la meditación, el
campo de estudio es la experiencia propia, los pensamientos propios, los
sentimientos propios, y las percepciones propias. En la meditación, uno es su
propio laboratorio. El universo interior es una enorme fuente de información
que contiene la reflexión del mundo exterior y mucho más. El examen de este
material lleva a la libertad total.
La atención plena es observación participativa. El
meditador es tanto participante como observador al mismo tiempo. Si uno
observa las emociones y sensaciones físicas propias, al mismo tiempo las está
sintiendo. La atención plena no es percepción intelectual. Es sólo
percepción. La metáfora de espejo-pensamiento se pierde aquí. La atención
plena es objetiva, pero no es fría ni insensible. Es la experiencia despierta
de la vida, una participación alerta en el proceso actual de vivir.
Es extremadamente difícil definir a la atención
plena con palabras-no porque sea compleja, sino porque es demasiado simple y
directa. El mismo problema surge en todas las áreas de la experiencia humana.
Los conceptos más básicos siempre son los más difíciles de precisar. Mira en
un diccionario y verás un ejemplo claro. Las palabras largas generalmente
tienen definiciones concisas, pero para las palabras básicas y cortas como
"el" o "es", las definiciones pueden ocupar una página. Y
en física, las funciones más difíciles de describir son los más básicas-las
que tienen que ver con las realidades más fundamentales de la mecánica
cuántica. La atención plena es una función pre-simbólica. Tu puedes darle
vueltas todo el día con símbolos verbales y nunca lograrás precisarla
completamente. No podemos nunca expresar totalmente lo que es. Sin embargo,
podemos decir lo que hace.
Tres Actividades Fundamentales
Existen tres actividades fundamentales de la
atención plena. Podemos utilizar estas actividades como definiciones funcionales
del término: (a) La atención plena nos recuerda lo que se supone que estamos
haciendo; (b) ve las cosas como realmente son; y (c) ve la verdadera
naturaleza de todos los fenómenos. Examinemos estas definiciones en más
detalle.
(a) La atención plena nos recuerda lo que se supone
que estamos haciendo. En la
meditación, tu prestas atención a una sola cosa. Cuando la mente se desvía de
este foco, la atención plena es lo que te recuerda que tu mente está
divagando y qué se supone que estás haciendo. La atención plena es lo que
regresa tu mente al objeto de meditación. Todos esto ocurre instantáneamente
y sin diálogo interior. Atención plena es no pensar. La práctica repetida de
meditación establece esta función como un hábito mental que luego queda para
el resto de la vida. Un meditador serio presta su atención desnuda a lo que
ocurre todo el tiempo, día tras día, ya sea que esté formalmente meditando
sentado o no. Éste es un ideal muy elevado hacia que el cual los que meditan
puede estar trabajando durante años o incluso décadas. Nuestro hábito de
quedarnos pensativos tiene años de viejo, y ese hábito va a persistir de la
forma más tenaz. La única solución es ser igualmente persistente en el
cultivo de una atención plena constante. Cuando la atención plena está
presente, te vas a dar cuenta cuando estés atrapado en tus patrones de
pensamiento. Es precisamente este darte cuenta el que te permite salirte del
proceso del pensamiento y liberarte de él. La atención plena te regresa a tu
foco de atención. Si en ese momento estás meditando, entonces tu foco será el
objeto formal de meditación. Si no estás en meditación formal, será
simplemente la aplicación pura de la atención, tan sólo un notar lo que sea
que surja sin involucrarse-"!Ah!, esto surge... y ahora esto, y ahora
esto... y ahora esto."
La atención plena es al mismo tiempo tanto la propia
atención desnuda como la función de recordarnos de prestar la atención
desnuda si es que hemos dejado de hacerlo. La atención desnuda es notar. Se
restablece a sí misma simplemente al darse cuenta de que no ha estado
presente. Tan pronto te das cuenta que no estabas dándote cuenta, entonces
por definición te estás dando cuenta y estás de regreso a la atención
desnuda.
La atención plena crea su propia sensación distintiva
de conciencia. Tiene un sabor-un sabor ligero, claro, y energético. En
comparación, el pensamiento consciente es pesado, laborioso y muy selectivo.
Pero una vez más, éstas son tan sólo palabras. Tu propia práctica te mostrará
la diferencia. Entonces tú probablemente elegirás tus propias palabras y las
palabras usadas aquí se volverán superfluas. Recuerda, la cosa es practicar.
(b) La atención plena ve las cosas como realmente
son. La atención plena no le agrega nada a la percepción
ni tampoco le substrae nada. No distorsiona nada. Es atención desnuda y
simplemente mira a lo que sea que surja. El pensamiento consciente le agrega
cosas a nuestra percepción, nos agobia con conceptos e ideas, nos sumerge en
un vórtice de planes y preocupaciones, miedos y fantasías. Cuando prestas
atención plena, no caes en ese juego. Solamente te das cuenta de lo que surge
en la mente, y luego notas la siguiente cosa. "Ah, esto... y esto... y
ahora esto." Realmente es muy simple.
(c) La atención plena ve la verdadera naturaleza de
todos los fenómenos. La atención
plena y sólo la atención plena puede percibir las tres características que el
budismo enseña son las verdades más profundas de la existencia. En Pali estas
tres se llaman Anicca (transitoriedad), Dukkha (insatisfacción),
y Anatta (no-identidad-la ausencia de una entidad
permanente, inmutable, a la que llamamos Alma o Ego). Estas verdades no se
presentan en la enseñanza budista como dogmas que exigen una fe ciega. Los
budistas sienten que estas verdades son universales y auto-evidentes para
cualquiera que se tome el trabajo de investigarlas en una forma apropiada. El
método de investigación es la atención plena. La atención plena por sí sola
tiene el poder de revelar el nivel más profundo de la realidad accesible a la
observación humana. En este nivel de inspección, uno ve a lo siguiente: (a)
todas las cosas condicionadas son inherentemente transitorias; (b) toda cosa
mundana es, en última instancia, insatisfactoria; y (c) no hay realmente
ninguna entidad que sea inmutable o permanente, sólo procesos.
La atención plena trabaja como un microscopio
electrónico. Es decir, opera en un nivel tan fino que uno puede realmente
percibir directamente esas realidades, las cuales, en el mejor de los casos,
para el proceso del pensamiento consciente son construcciones teóricas. La
atención plena realmente ve el carácter transitorio de cada percepción. Ve la
naturaleza transitoria y pasajera de todo lo que es percibido. También ve la
naturaleza inherentemente insatisfactoria de todos las cosas condicionadas.
Ve que no tiene ningún sentido aferrarse a ninguno de estos espectáculos
pasajeros. No se puede encontrar la paz y la felicidad de esa forma. Y
finalmente, la atención plena ve la inherente falta de identidad de todos los
fenómenos. Ve la forma en que arbitrariamente hemos seleccionado un cierto
manojo de percepciones, las hemos cortado del resto del flujo surgente de
experiencias y luego las hemos conceptualizado como entidades separadas y
duraderas. La atención plena realmente ve estas cosas. No piensa sobre ellas,
las ve directamente.
Cuando está completamente desarrollada, la atención plena ve estos tres
atributos de la existencia directamente, instantáneamente, y sin que
intervenga el pensamiento consciente. De hecho, aun los atributos que
acabamos de cubrir están inherentemente unidos. En realidad no existen como
objetos separados. No son más que el resultado de nuestro esfuerzo de tomar
este proceso fundamentalmente simple llamado atención plena y expresarlo en
los incómodos e inadecuados símbolos del pensamiento consciente. La atención
plena es un proceso, pero no se lleva a cabo en pasos. Es un proceso
holístico que ocurre como una unidad: tú notas tu propia falta de atención
plena; y ese darse cuenta es en sí mismo el resultado de la atención plena; y
la atención plena es atención desnuda; y la atención desnuda es notar las
cosas tal cual son, sin distorsión; y la forma en que son es transitorias (Anicca) ,
insatisfactorias (Dukkha) y sin identidad (Anatta) .
Todo esto ocurre en el espacio de unos pocos momentos mentales. Esto no
significa, sin embargo, que lograrás instantáneamente la Liberación (la
libertad de todas las debilidades humanas) como resultado de tu primer
momento de atención plena. El aprender a integrar este material en tu vida
consciente es otro proceso en sí mismo. Y aprender a prolongar este estado de
atención plena es todavía otro más. Son procesos alegres, sin embargo, y bien
vale la pena el esfuerzo.
La Atención Plena (Sati) y la Meditación de Visión Cabal (Vipassana)
La atención
plena es el corazón de la Meditación Vipassana y la clave de todo el proceso.
Es al mismo tiempo la meta de esta meditación y los medios para tal fin. Se
alcanza la atención plena estando más atento. Otra palabra pali que también
se traduce como atención plena es Appamada que significa sin
descuido o ausencia de locura. Uno que presta atención constantemente a lo
que realmente está pasando en su mente logra el estado de cordura
fundamental.
La palabra pali Sati también tiene
la connotación de recordar. No es memoria en el sentido de ideas e imágenes
del pasado, sino más bien conocer en forma clara, directa y sin palabras lo
que es y lo que no es, lo que es correcto y lo que es incorrecto, lo que
estamos haciendo y qué deberíamos hacer al respecto. La atención plena le
recuerda al meditador el aplicar su atención al objeto apropiado en el
momento apropiado y de emplear precisamente la cantidad de energía necesaria
para hacer esa tarea. Cuando esta energía es aplicada apropiadamente, el
meditador permanece constantemente en un estado de calma y alerta. Mientras
se mantenga en esta condición, los estados mentales llamados
"obstáculos" o "irritantes psíquicos" no pueden surgir-no
hay codicia, ni odio, ni lujuria, ni pereza. Pero todos somos humanos y nos
equivocamos. La mayoría de nosotros nos equivocamos repetidamente. A pesar de
su esfuerzo honesto, el meditador permite que su atención plena se pierda de
vez en cuando y se descubre atrapado en alguna falla humana lamentable, aunque
normal. Es la atención plena la que nota el cambio. Y es la atención plena la
que le recuerda que aplique la energía requerida. Estos deslices ocurren una
y otra vez, pero su frecuencia disminuye con la práctica. Una vez que la
atención plena ha desalojado a estas contaminaciones mentales, los estados
más sanos de la mente pueden tomar su lugar. El odio cede su lugar al amor
compasivo, la lujuria es reemplazada por el desapego. También es la atención
plena la que nota este cambio, y la que le recuerda al meditador Vipassana
mantener esa agudeza mental extra, requerida para conservar esos estados
mentales más deseables. La atención plena hace posible el crecimiento de la
sabiduría y la compasión. Sin atención plena, no pueden madurar
completamente.
Profundamente enterrado en la mente hay un mecanismo
que acepta lo que la ella percibe como experiencias bellas y agradables y
rechaza aquellas experiencias que son percibidas como feas y dolorosas. Este
mecanismo genera esos estados mentales que nos estamos entrenando a
evitar-cosas como codicia, lujuria, odio, aversión y celos. Escogemos evitar
estos estorbos, no porque sean malos en el sentido habitual de la palabra,
sino porque son compulsivos; porque se apoderan de la mente y capturan
completamente la atención; porque siguen dando vueltas y vueltas alrededor de
pequeños círculos de pensamiento; y porque nos aíslan de la posibilidad de
vivir la realidad.
Estos obstáculos no pueden surgir cuando la atención
plena está presente. La atención plena es prestar atención a la realidad del
momento presente, y por consiguiente, es directamente contrapuesta a los
estados mentales aturdidos que caracterizan a los obstáculos. Como
meditadores, sólo cuando permitimos que nuestra atención plena se pierda es
que los mecanismos profundos de nuestra mente toman el control-aferramiento,
apego y rechazo. Entonces surge la resistencia y se obscurece nuestra
percepción. No nos damos cuenta de que este cambio está ocurriendo-estamos
demasiado ocupados pensando una venganza, o con codicia, o lo que sea. Aunque
una persona inexperta continúa indefinidamente en este estado, un meditador
entrenado pronto se da cuenta de lo que está pasando. Es la atención plena
quien nota el cambio. Es la atención plena la que recuerda el entrenamiento
recibido y enfoca la atención para que la confusión desaparezca. Y es la
atención plena la que entonces intenta mantenerse indefinidamente de manera
que no vuelva a surgir la resistencia. Por lo tanto, la atención plena es el
antídoto específico para los obstáculos. Es tanto la cura como la medida
preventiva.
Una atención plena totalmente desarrollada es un
estado de desapego total y una ausencia absoluta de aferramiento a cualquier
cosa en el mundo. Si podemos mantener este estado, no se necesita ningún otro
medio o técnica para conservarnos libres de los obstáculos, para lograr la
liberación de nuestras debilidades humanas. La atención plena es una
percepción no-superficial. Ve las cosas con profundidad, mucho más abajo del
nivel de los conceptos y las opiniones. Esta forma de observación profunda
lleva a una certeza total, a una ausencia completa de confusión. Se
manifiesta principalmente como una atención constante y firme que nunca se
debilita ni se desvía.
Este percepción investigativa pura y sin manchas no sólo mantiene a raya
a los estorbos mentales, sino que descubre totalmente sus propios mecanismos
y los destruye. La atención plena neutraliza las impurezas en la mente. El
resultado es una mente que permanece sin manchas e invulnerable, completamente
inmune a las subidas y bajadas de la vida.
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